Iba a contarles que mi piloto fue el tercer abrigo que perdí en la semana. No era muy gracioso pero lo había titulado "Y dónde está el piloto" y con eso ya me contentaba, pero lo cierto es que acabo de encontrarme con Don Julio, mi vecino facho, en la puerta de casa. Vestía bermudas y chancletas, porque llegó el verano:
Julio
¡Malena!
Julio fue más efusivo que nunca. Me saludó, no con uno, sino con dos besos y un miniabracito, como si realmente me quisiera.
Male
Hola, Julio, ¿cómo andás?
Julio
¡Malena! Bien, bien, estoy bárbaro.
Oíme, no te tengo chimentos sobre la última asamblea del consorcio.
Porque, ¿sabés qué? Resulta que justo vino una prima mía. Parece que
se enteraron otros familiares y vinieron a acompañarme, así que me las tomé.
Julio
Así que no tengo noticias, jeje.
¡Pero es importante saber! Ya Carlos me va a contar bien.
Porque de ese modo uno ya conoce con quién trata.
Vos sufriste esa vez
y yo estuve al lado tuyo para acompañarte, eh.
Male
Bueno, pero ya pasó, Julio.
¡Me repuse!
Es que hay que saber con qué bueyes uno ara, ¿no es cierto?
A quién uno saluda, a quién no, a quién uno saluda más o menos.
O con quién hay buena onda. ¡Decime si no!
Male
Sí, tal cual, tal cual.
Julio
¡Malena! ¿Du iu spic inglis?
En realidad no me sorprendí tanto. Esto
ya me había pasado. Y no me pregunten por qué, pero nunca puedo cortarle el mambo y contestarle en español.
Julio
¡Oooooooooooooooooooh!
¡Ai think iu spic onli germani!
¡Bat iu spic ingiss!
¡is greit is greit!
Male
Jeje... Yes ... greit.
Julio
Bueno, Malena, que tengas un muy buen día.
¡Saludos a Martín!
Y te mantengo al tanto de la asamblea, eh.
Male
Dale, Julio, le mando.
Buen día para vos también.
Qué buen humor que me agarró después. Por Julio hay que dejarlo todo. Además, ya no tengo mucho que perder. Ni abrigos ni celulares. Me guardo lo del piloto para otro día.