jueves, 31 de diciembre de 2009

Por que aflojemos con la psicosis colectiva

El dengue, la gripe A, año nuevo, y otra vez el dengue.

¡Salud!

¡Salud para todos nosotros!

[Lo de brindar sí que me gusta, ¿ven?]

martes, 29 de diciembre de 2009

Cañita al aire

Diciembre también es resbalarte el aguinaldo en un yopincenter.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Otra cosa buena de la semana que viene

además de que ya que el año cambia yo no me esfuerzo por cambiar tanto, es que


me voy a la recontrachingada.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Otro regalo navideño

fue encontrarme con mis enemigos públicos en una fiesta. Me miraban mordiéndose los labios como diciendo "qué hambre".  Uno me cruzó en unas escaleras -él subía; yo bajaba- y después de acercar su cara a la mía me hizo: "uhuhuhuhuhuhuh!!", fantasmalmente. Pintoresco, ¿no?, muy de cierre de año.

Yo también quiero

La tarde del 24 anoté en una libretita mientras viajaba en colectivo a lo de mi mamá:

"Recibir regalitos navideños: objetivo dos mil diez".

Muy de niña judía que vivió siempre navidades prestadas. Lo que hubiera dado en los noventas por tener mi propio arbolito menemista, como los del Alto Palermo, y -aunque ahora suene un toque raro- sentarme en la falda de Papá Noel y pedirle la casa de Barbie. Tuve que convencerme de que estaba bien eso de no haberme decepcionado con la identidad del viejo. Nosotros no festejábamos. OK. Total, en reyes sí que recibíamos cositas. Nunca entendimos por qué, pero en reyes sí que recibíamos. Igual, no era lo mismo. Ellos ni siquiera viajaban en un trineo volador.

El miércoles tuve mi primera cena navideña. Propia, quiero decir. La organizó mi mamá en su casa, que todavía yo la considero mía aunque mi cuarto sea ahora el de la computadora y mi hermana se haya apropiado de la cama de una plaza para convertir a la suya en una de dos.  Cuestión que, en contra de mis predicciones, me encontré con una pilita de regalos envueltos en rojo y descansando en el living, con sus etiquetas anunciando en imprenta los nombres de los invitados. "MALENA" aparecía en tres. No nos aguantamos hasta las doce para abrirlos. Si era lo mismo. Desenvolví: un sombrero de paja, un libro con dedicatoria, y un frasco de dulce de arándanos.  También  brindamos muchísimas veces, cantamos todos juntos Our house, y al final sentí que mi familia no era tan disfuncional después de todo. 



Mentira. La disfuncionalidad me dio ternura, en realidad. Quizás fue el champán, pero qué más da.

martes, 22 de diciembre de 2009

No habrán empezado mis vacaciones, pero...

las de mi terapeuta, sí.

Ya puedo hacerme la boluda hasta febrero.

¡Viva!

martes, 15 de diciembre de 2009

De castaño a oscuro

Hoy, mientras estaba levantando la birome que se había caído al suelo al sacar el llavero de mi bolso para abrir la bendita reja nueva, se aparecieron Julio y Eloísa, mis vecinos perversos.
Yo hablaba por celular con mi mamá, calculando cuánto pagarle a Alejandra por venir a cuidar a Astor y a Mondiola en mi ausencia, y cuando me paré, lean bien, Julio metió su mano en mi cartera abierta. Sí. Metió su mano en mi cartera. Y al toque la sacó, así nomás. Como queriendo demostrar que en una situación tan despistada como la mía cualquier intruso podría atacarme. Puso cara de eso.
Mi mamá, del otro lado del tubo, me preguntaba cuánto cobraba Alejandra por los viáticos, y yo le decía que ni idea tenía mientras pensaba en el miedo de muerte que me generaban esos viejos forros  del orto, cancerosos. Después de dejarme pasar primero por la puerta, caballero, Julio me señaló el cartel (la hoja cuadriculada y pegada con cinta scotch como la de aquella vez) que esta semana ubicaron (fueron ellos, pues su letra imprenta mayúscula los delata) sobre el mismísimo hierro y que pide que por favor cierren con llave "de adentro" y "de afuera también" el enrejado.
Creo que la técnica de hablar por teléfono para no asesinarlos está bastante buena, igual.

viernes, 11 de diciembre de 2009

No paran de pasarme cosas así

Resulta que después de esperar treinta minutos para que me reintegren el walkie talkie este, después de sentarme otros quince frente a una minita y deletrearle todo mi apellido, me doy cuenta, justo cuando me lo pide, de que el DNI en mi cartera no está. Esta mañana estaba y ahora no, no está. Bueno.
Pienso en México. Pienso en si uno podrá subirse a un avión con la fotocopia del dni. Pienso en si me estoy boicoteando o qué, y en la opción de llamar a un gestor. Gestor. Esa palabra me alivia.
Llego a la conclusión de que si no lo dejé en la comisaría, cuando fui a hacer la denuncia falsa sobre el robo falso del celular del orto, entonces lo dejé en el taller. Y entonces lo mejor será ir al taller ahora mismo, a chequear, porque no sé si toleraré la intriga, la culpa y la inacción durante el fin de semana. De pronto recuerdo que, junto con la agenda, también perdí el código de la alarma, y de que si la pifio todo va a ser demasiado peor. Bueno, ok, será el lunes. Si no está en la comisaría, espero hasta el lunes y ahí sí, si no está, gestor. Hay tiempo para gestor.
En la comisaría la chica me trae mi DNI y yo le sonrío como aliviada. Sí, estaba ahí. Ahora ellos también  me conocen. No me gusta ser buena onda con los policías, pero éstos acaban de volver las vacaciones a mi cuerpo, les sonrío. Y vuelvo a casa.

No entiendo cómo es que cuando llegué, en vez de subir directo a mi departamento, decidí ir a pagar las expensas a lo de mis vecinos nazis. Tampoco sé por qué me metí con el bigote de Julio. "Uy, te afeitaste el bigote." ¿Qué necesidad? Juro que nunca fue la de tener una conversación de veinte minutos al respecto. "Vení, sentate que te cuento". Y me senté. Quiero que sepan que Julio llegó a mostrarme en vivo y en directo su máquina de afeitar eléctrica, que ahora le permitía afeitarse a diario sin cortarse, y sin usar cables, porque estas máquinas alemanas ahora tienen batería y no hace falta ni enchufarlas. También, que tiene la piel demasiado finita por lo del cáncer, que por eso se corta.  Ok, ahí fue medio tenso.  Y ya cuando había logrado levantarme para irme a la mierda, me terminaron contando que una tal Slivia, la vecina de enfrente, los  había telefoneado la otra noche para contarles que había dos personas "haciendo el amor (SIC)" en el cantero de adelante. Que esto fue antes de poner la puta reja. Que menos mal que la pusimos, porque ahora volvieron a estar por la cuadra los motochorros. Que me cuide de los motochorros. Que no me lo decían para asustarme,  pero que sabían "que vos estás solita y que volvés tarde, por tu profesión", y que menos mal que pusimos la reja, que total la vamos pagando entre todos y mejor eso que una desgracia.

Si mi vida fuera un reality y yo la presidenta del jurado, me nominaría para eliminarme.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

No voy a insistir con la inteligencia

Perdí mi celular otra vez, chicos.
Mi estupidez se está volviendo extreme.


Ya está, llegó mi momento de ser bella.
Asi que, qué bueno que existen los accesorios.



domingo, 6 de diciembre de 2009

Al fin

Hoy voy a cantar un tango.

SI, SOY ESA

voy a poder decir, cuando alguien pregunte la obviedad después de escuchar cómo me llamo.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Ayer pedí tres deseos

Anoche vi una estrella fugaz por primera vez. No, nunca había visto. Y eso que en el cielo de Tilcara me esforcé por encontrarlas.

Ésta pasó por arriba del escenario, justo en el centro, mientras Luis y Fito cantaban "Asilo en tu corazón".

Primero no lo creí. Bueno, nunca había visto una y entonces me tuve que encargar de corroborarlo. Le pregunté a los que estaban cerca. Y era. Igual, obvio que era. Eso o un OVNI. Mi mamá pensó que era un meteoro y le dio miedo, después me contó. Pero no, era una estrella fugaz. Yo no me las imaginaba tan grandes, la verdad.

También la vieron otros que andaban más lejos, parece. O quizás estaban más cerca mío de lo que yo creía.

Paréntesis:
(
Ah, nos la encontramos con Marta en un momento. Estuvo un ratito, nos dijo que lo de las reuniones tipo tupperware pero "De cómo tener tu propia plantita" eran un proyecto fuerte, que le habían dado el ok sus jefes, y después se perdió sola entre la gente cuando todo empezó. Qué loco porque una hora atrás nos habíamos encontrado con el organizador de la lectura en la que Marta había estado y tanto había dado que hablar. Nos reconoció. Yo a él, no; pero él a mí sí porque me puso esa cara, como de enojo y asco a la vez, así que cuando Bella me contó quién era, entendí por qué. Éramos treinta y cinco mil personas y nos fuimos a encontrar con estos dos. Raro. También nos encontramos con otra gente, todo en el mismo lugar. Estábamos en una especie de vórtice universal.
 )


Anoche fue demasiada magia.
Todavía tengo esa sensación de hermosura en el cuerpo, y no quiero que se me vaya nunca.
Bah, de hermosura y de saudades a la vez, esa suerte de nostalgia anticipada que agarra cuando uno cree estar viviendo un momento histórico, jijiji. Jipi. Estoy más jipi que nunca.


viernes, 4 de diciembre de 2009

La modernidad

es compartir un cigarrillo de marihuana con tu papá en el día de su cumpleaños.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Mi psicóloga me prestó diez pesos

Justo cuando me paso la sesión entera hablando
de que no tengo registro de la plata 
y de que no sé qué
de mi mamá con la plata
y de qué no sé qué
de mi papá con la plata
y que esto y que lo otro
con la plata
¿no va que voy a pagarle
y me doy cuenta de que en el bondi
esa vieja puta efectivamente
(no mi psicógola, otra vieja)
había robado mi billetera?
"Vas a necesitar para viajar"
me dijo ella
(no la otra, mi psicóloga),
"Tomá".
Y entonces viajé
hasta lo de mi mamá a buscar plata
plata de mi hermana
para comprar
el regalo de cumpleaños
para mi papá.



Bueno. Siento que todo es demasiado obvio pero que, aun así, todavía no lo veo.

martes, 1 de diciembre de 2009

Soy grande y ahora me gusta usar paraguas

Eso y que sirvan café con las tortas en los cumpleaños.



Pero todavía no sé qué ser.

Algunos de ustedes son re grosos

Ninguna de las personas que votó se siente parte de este mundo de mierda capitalista del orto ni eso le da una suerte de contención social que lo hace sonreír sin querer.
Tampoco hay nadie que ame a todo el mundo: aunque practique yoga o reiki, o crea que todo acabará en el 2012.
En cambio, un 9% es de odiar a todos y piensa que odiar a su jefa es una raya más que al tigre no le hará nada.
:)

Por su parte, un cuatro por ciento borraría a su jefa de amiga del facebook, y otro cuatro la etiquetaría en fotos en las que salió muy mal. Hay empate ahí. ¿Qué hacer?

A otro 9% le encanta este topic, pero prefiere no opinar; y la misma cantidad de gente vota que el topic se la re soba. Equilibrismo.

Otro tanto piensa que la mejor opción es subir una encuesta pelotuda a su blog creyendo que eso resolverá su vida de alguna extraña manera. No están en lo cierto, les aviso.

Sin embargo, casi un 20% confiesa que en estos casos se repite que sí puede hacer otra cosa que aquello que hace,  y que lo mejor es conseguir un trabajo nuevo.  Para mí que mienten. A sí mismos, no a la encuesta.

Lo mejor: la gran mayoría no sabe bien qué opinar al respecto, pero sí puede asegurar que la movida de las encuestas le re cabe.

Creo que se viene el encuesta time.

Son muy grosos todos los que votaron.
El resto no.

Lalalá lalaá laaaaaa...

domingo, 29 de noviembre de 2009

La gente es muy rara y llega a este blog porque no sabe googlear

Aquí, los más destacables:

 

ahora son 12 franceses bailando 

¿Y antes, qué? ¿son lindos? Esta búsqueda me llena de preguntas.

 

algo que hable de trizteza

  Vení, zentite como en caza.

 

el calzado me hace doler 

Andá a lo de Miguel: boedo e yrigoyen ;)

el mañanero es el mejor + cancion + escuchar

 Primero entendí como que le quiso decir a google lo bueno que le parece el mañanero y que estaba buscando una canción para poner durante el, llamémosle, acto.

Ahora como que entiendo que existe una canción que se llama así y entonces ya no es tan destacable.

Bueno, eso es raro también, en realidad.

 

fotos de florero negro pepas blancas

  Stá hablando de ppppppeepaaaaaaaaaaa.

 

juegos de ermanas malas 

No entiendo por qué la ermandad da tan porno. 

Porque es obvio que es búsqueda porno esta.


juegos de hermanas malas

¡Ahora sí!

 

lista de canciones que conmueven

Re que querés poner un golpe bajo en el video de una fiesta de quince, vos.

 

pantene pro v liso extremo" or "pantene pro v anticaspa" or "pantene pro v anticaida" or "pantene renovacion profunda" or "pantene style" or "pantene pro-v c pantenol" or "pantene pro-v control caida" or "pantene.es

   Uau... me mata que exista el "pantenol".

 

patología de un pajero

¿La pajología?

 

no quiero ser igual a los demas

Google la tiene re clara en ese sentido, 

como que te da un montón de tips para diferenciarte mucho de la gente (?).

 

 julio y eloísa tantoporvenir

 ¿Mis vecinos se autogooglean y leen mi blog?

 

me quiero matar

Ay, sí, me re pasa.

 

mi jefa+erotico

GROSE.

 

odio a las inmobiliarias

Somos dos. 

No. Somos muchos. MUCHOS. 

¡ORGANICÉMONOS!

 

que es el embole?

Este puto día, por ejemplo.

 

que tengo que hacer con mi vida?

Qué buena idea, nunca se me había ocurrido preguntárselo a google. Voy a probar :)

 

te espero en segurola y la habana

 Uh, ¡fight, fight, fight, fight!

 

y soy rebelde travesti

¿Serás de los que están en la puerta de casa? 

Ya sé que son una bocha pero,  mirá, el mundo está lleno de coincidencias increíbles.

jueves, 26 de noviembre de 2009

No sé andar en bicicleta pero mi vida es cíclica, eso sí.

Cuando me lo dijo Miguel, el zapatero, pude hacerme la gila. Pero ayer lo escuché también de un taxista.

"A nosotros las flaquitas no nos gustan. Los hombres las preferimos así, eh. Con curvas."


Tampoco sé cómo fue que con Miguel y con el taxista llegamos a tal punto. Miguel, en su momento, me había dicho también "preguntale a tu viejo, vas a ver", y eso como que me había dado un toque de ddddddddddd. También había agregado que nosotros, los actores, éramos raros, y que existían dos clases de mujeres: las que rompen los tacos y las que no. Que yo era de las primeras.

Ayer iba en el taxi y, ya me acuerdo: fue que el chofer me dijo que no podía fumar en el auto. Entonces cuando llegamos al final del recorrido me pidió que lo perdonara, que no le gustaba decirle que no a las chicas lindas. Después, solito, agregó lo otro y yo me tuve que bajar, deprimida. Es que no había necesidad. Salvo por lo de nosotros, claro, porque yo, justamente, iba con unos zapatos de taquito arreglados por Miguel semanás atrás.

A todo esto, parece que el próximo miércoles me enseñarán finalmente a subirme al manubrio: ¿mi vida empezará a girar en sentido contrario?

lunes, 23 de noviembre de 2009

jueves, 19 de noviembre de 2009

Pasemos a otro tema

Tengo mi pasaporte y la foto no está taaaaaaaaan mal.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Mexico me va a cambiar la vida

Creo que estoy, ¿cómo decirlo?, sobrestimando un toque mis vacaciones.

Por otra parte, quería hablar de esa pareja de psicóticos perverrsos que tengo por vecinos. Ya no voy a las reuniones de consorcio, claro está, en las que calculo habrán decidido poner la reja de mierda que está ahora en la puerta de entrada de mi edificio, y me saca $100 (pesos cien) de MI billetera, mes a mes, en expensas extraordinarias, adjetivo que, por cierto,  me resulta bastante poco feliz si tengo en cuenta ese dejo de carga positiva que le da la gente paqueta cuando lo usa (¡pero quixtrordinarioooo!).

Cuestión que todo este consorcio del orrrrrrrto decidió que era mejor enrejar el edificio. ¿Por qué? Porque duerme un man abajo del techito donde tocás el portero. Y como que es desagradable esa imagen. Es peligroso. Ppaaaaaaaabres.

A todo esto, la reja quedó ubicada, entonces, por fuera del lugar donde está el portero eléctrico. Es decir, que si no sos del edificio, olvidate de querer entrar. Habrá que palmear fuerte, llamar por teléfono, o inventar algún otro divague haciendo caso omiso a que PARA ALGO SE HABÍA INVENTADO EL PORTERO ELÉCTRICO, PELOTUDOS.

Cuando hoy le pregunto al nazi de Julio sobre cómo va a tocar la gente el timbre, me contesta que no hay problema: que la reja queda todo el día abierta y que recién se cierra a las 21hs.

Pero, viejo, enfermo del orrrrrrto: a ver: ¿qué, ahora no puedo invitar gente después de las 21 hs?, ¿guat? ¿No puedo pedirme un chau fan con pollo en el chino? ¿Y si alguien me quiere visitar de sorpresa? Sí, no sé, podría pasar. Claro, porque ustedes dos, pareja de viejos psicóticos, perversos, jodidos, forros, piensan que, como están al pedo en la vida, seniles y sin vida social, y a las 19 hs se agotan y ya se fueron a dormir, tienen derecho a transformar mi casa en una plaza macrista.

Hoy me dice, estoqueador:
"Malena, ojo que a la noche va a llover, eh, ojo que está anunciado granizo. Te digo porque yo veo que vos dejás las ventanas abiertas siempre y te va a entrar todo el agua."

Yo sólo pienso en matarlos.
Pero quizás con viajar a centroamérica se me pase.

martes, 17 de noviembre de 2009

Y todos contentos



Podríamos decir que me recibí en el año 1989 y, técnicamente, no estaríamos mientiendo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Desacuerdo

Ahora que aprendí
cómo suena el acorde
mayor con séptima mayor,
yo también quisiera sonar así:
una mujer que camina por la orilla
de un mar o de un río, no sé todavía
pero sí que es en la orilla
(porque el borde del vestido se salpica de agua).

Parece en blanco y negro
aunque la combinación de las notas sea
más bien naranja
y claramente triangular.
Atardece.
Y es mar, no es río: ya me dí cuenta.

Sin embargo, no.
Esta mujer no es aún
igual igual a aquel sonido: ¿cómo logro
que concuerde por completo,
que también ella parezca
como si fuera a faltarle algo
eternamente
pero, así y todo, pudiera ser feliz?

viernes, 13 de noviembre de 2009

La semana que viene también es el futuro


A mí sí me importa el qué dirán

Bueno, bloggers:
resulta que con B vamos a leer en Cobra el viernes 20 (ya habrá hermoso flyer que compartiré con ustedes).

Hay quienes votan (jaajajajajajaja) porque lea el cuento ese del momento Rivadavia: 
no sé, más riesgo (¿guaaaaaat?) ponele que es algo que me tomó bocha de tiempo escribir (¿te calláaaaas?), todo fríamente calculado, y quedó eso. Tiene carguita, qué sé yo (qué hambreeeeeeeeeee).


Otros (pliiiiiiiiiiiis) porque haga rejunte de las gomadas que escribo por acá:
diver, aunque un toque cualquiera, más liviano (no te banco). Tendría que ponerme a seleccionar  y (zzzzzzzz) me da un toque de fiaca, medio que ya me había convencido de opción a (sos insopo).


Como que necesito la opinión del pueblo (basta).

Sigo hablando de tarjetas de crédito, perdón.

Es que hoy estrené la mía


Va a ser demasiado lo más.
(L)

lunes, 9 de noviembre de 2009

Creo que esta fue mi primera publicidad favorita

Una de dos: o la sensación de aaaaiaaaaaaaaiaiaiai uiiiiiiii me quedó de esa época que no sé ni cuál fue (¿88?) o efectivamente esta publicidad es muy aaaaiaiaiaia uuauauaiaiaii. No sé. Aguante Carta Franca.



A todo esto, quiero agregar que ayer tuve una conversación coherente con un ser humano que nació después de la crisis del 2001. SNM.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Quizás los astros sepan qué tengo que hacer con mi vida

Pero andasa qué es lo que me querrán decir cone esto:





¿Algún traductor en la sala?

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Quiero que me pasen cosas todo el tiempo

para poder actualizar el blog más seguido.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Nadie debería creer en mí

Un sábado estoy pagando -esta vez con efectivo- en la caja del mismo chino donde el viernes dije que no volvería nunca más. Le estoy pagando -esta vez con efectivo- al mismo cajero que el viernes me hizo completar con golosinas lo que faltaba hasta llegar a los veinte pesos necesarios para abonar con tarjeta de débito el vino que quería. No vuelvo más, le dije, mientras firmaba el ticket. Como diciendo "que te quede claro, por tu culpa". Tanto el sábado como el domingo, calzaba en mis pies unos borcegos que compré hace poco. Los borcegos los compré en invierno, en el mismo lugar del Abasto al que había ido en  verano para exigirle al encargado que me devolviera la plata por unos zapatos de mierda. Lo raro de todo este asunto es que, al fin y al cabo, nada de lo anterior me resulte verdaderamente contradictorio. Tengo miedo de mí misma.

sábado, 31 de octubre de 2009

Ahora todos estamos bailando Gilda

Vamos a una fiesta en la que tenés que tener un doctorado en filosofía para poder servirte una copa de vino. Te obligan a escuchar las lecturas. A sentarte. Atomarte un break de quince minutos. A sentarte de nuevo. Más adelante por favor, acá todavía hay lugar. Les pido que se sienten. Les pido que vayan pasando. Les pido que aplaudan a este cantautor,  a este perverso que se sabe malo, que es consciente de que hace las peores canciones de la historia e igual me las canta en la jeta. Forrrrrros. Son unos forros todos. Nazis. En un momento, no sabemos cómo -literlamente no sabemos cómo- pero estamos yendo a las cuatro de la mañana a comprar cigarrillos, con las llaves de la casa en la mano. No tenemos plata, no tenemos documentos. Y una de nosotras piensa intensamente que esto es peligroso. Pero no, sólo que no sabemos dónde estamos paradas y tenemos en la mano las llaves de una casa, a cuyo dueño no conocemos pero nos cae bastante mal. En la fiesta, la gente hace comparaciones entre lo cuantitativo y lo cualitativo, y nombra constantemente a un profesor que está por llegar, pero que al final nunca viene. Hay un chico con un jopo que nos hace chistes sin parar; pero a nosotras, Marta nos convidó esa cosa que Joaquín, el idóneo, armó tan prolijamente. Entonces nosotras al chico del jopo ya no podemos seguirlo. No sabemos por qué insiste tanto con sus chistes. No podemos parar de reírnos. No de los chistes. De otras cosas. A una de nosotras la retan dos veces. También hay un francés, con el que competimos por ver quién traduce mejor una frase desde el español. Gana él. Los demás, todos putos. Marta dice: "y nosotras con estos vestidos; acá hay mucha competencia pero nada por competir", y tiene razón.  Lo del taxista. Estamos en el auto y el conductor no conoce ni una de las calles que nombramos. Hay que explicarle, y eso es realmente complicado. A la izquierda, Jufre, señor. No, la otra. ME ESTOY OLVIDANDO. En un momento nos hacemos amigas de la hija de Ozzy Osbourne. Las dos queremos ir al baño, pero está ocupadísimo. Entonces ella se va de la cola, se resigna. Yo también, yo me copio. Y en un momento vuelvo, ya no me aguanto. Ella está también,  nos reencontramos. Ahora tenemos más ganas. Cuando él sale, ella me deja pasar. Es re buena onda. Después la vemos chapando en el medio de la pista, tan punk, tan Osbourne. Entonces, repasemos: la hija de Ozzie, el jopo, el francés, el taxista, el cualitativa-cuantitativamente, el cantautor, el de las llaves, y Marta. Ok. ¿Me olvide de algo? Ah, la hija de Mex Urtizberea está también.

jueves, 29 de octubre de 2009

El techo de chapa no da

Si no respondo nunca más es porque morí, así, de una, bajo este techo del orto.


Y nunca aprendí a andar en bici.

miércoles, 28 de octubre de 2009

De este lado del mundo



 Del otro lado de Rivadavia los nombres no son los mismos, se dijo, y celebró la ocurrencia que, aunque literal, le pareció inspiradora. ¿Y si los hombres –a la humanidad se refería- tampoco lo fuésemos? ¿Y si de una esquina a otra, después de atravesar la senda peatonal, nuestras vidas cambiaran de rumbo drásticamente? Venía cantando bajito ese tema de Mannequin y tanto existencialismo la hizo callar.

La avenida estaba vacía. Es un decir, no estaba vacía. Pero aunque ella y el mundo intentaran imprimirle un poco de gracia -ella caminando rápido; el mundo programando capítulos repetidos de los Simpson-, no había caso, los domingos siempre llevaban ese gusto a negocio cerrado en el aire.  Dobló por Castrobarros. Le gustaba esa cuadra cuando recién anochecía y los faroles pincelaban con naranja las baldosas rotas. ¿Tan tarde era? Miro el reloj. Sí, diez para las ocho y media. Apuró más el paso y deseó que, por Dios, él fuese impuntual: hacer la cama, levantar ropa tirada, sacar de la heladera esa torta que quedó desde el cumpleaños, esconder diario íntimo, esconder foto de Nacho, esconder caja de pizza delatora de sábado anterior muy deprimente frente a serie estadounidense, esconder, esconder bastante. El vino, cierto. Comprar un vino antes de llegar. No. Mejor pasar por el laverrap donde había dejado la calza esa, la gris.  No, no importaba. Se pondría otra. Se pondría la negra. La negra con el vestido escote en V le quedaba bien. La estilizaba. Estoy bien, y se dio una palmadita imaginaria que le hizo soltar un sí en voz alta. Ya estaba en la puerta de su casa.

Cuanto más chica la cartera, más difícil encontrar las llaves. En ese lugar diminuto parecía extenderse una especie de dimensión desconocida donde los objetos tendían a desaparecer. Sacó la billetera. Calma. ¿Por qué guardaba tantos boletos de subtes y colectivos? Sacó la agenda. Se puso el celular entre el mentón y el pecho. ¿Dónde las había metido? En los bolsillos. No, no estaban. OK, calma, calma. Respiró hondo. Lo mejor sería agacharse e ir apoyando las cosas en el piso para revisar mejor porque era obvio que estarían ahí adentro, era obvio que las encontraría y se reiría de sí misma como diciendo “soy tremenda”. Miró el teléfono, eran las ocho y veintisiete.

Vio la montaña de objetos y papeles apilada en la vereda y se acordó. En la mesa ratona. El llavero lo había dejado en la mesa ratona de la casa de Laura cuando desesperada por leer ese mensaje de texto no encontraba el aparato, y había decidido también sacar cosas de la carterita. “Dale, 8.30 estoy. Pasame la dire”. Y ahora quería morir.  Es un decir, morir no quería pero tenía puesto ese jogging. El jogging azul –azul desteñido- que sólo usaba de piyama y que había decidido sacar a la calle por un error matutino imperdonable. Cada vez que se despertaba tarde hacía eso de vestirse mal, no podía evitarlo. Se acordó del departamento de Lacroze y de  su mamá tirándole medias a la basura: “Ay, Dolores, por favor, mirá si algún día tenés un accidente y los médicos te ven con esto”.  Algún día era hoy, y los médicos eran Julián, que venía caminando desde allá. Que no fuera, por Dios, que no fuera.

Y no era. Julián era mucho más alto. Y de cara nada que ver. Además Julián no caminaba nunca con las dos manos en los bolsillos del pantalón. Julián tenía manos delgadas y dedos largos. Y tenía las uñas siempre cortitas, prolijas, ¿se las limaba? Julián tenía un andar muchísimo más alegre. Bueno, alegre no; pero sus movimientos eran más bien libres. Eso: Julián era libre. 

– ¿Qué perdiste, vos?

Enseguida giró la cabeza: sí que era. Le sonrió.

– Ay, hola.

Él le ofreció la mano para levantarla; ella la aceptó, y mientras se paraba sintió cómo el desteñido del jogging se erguía también. Se dieron un beso en la mejilla.

– ¡Qué puntualidad, eh!

 – Ah, ¿viste? No sé qué me agarró, si siempre llego tarde. ¿Qué hacías ahí abajo?, ¿estás bien?

 – Sí, sí. No, todo bien, todo bien. Es que justo…Porque venía del gimnasio, ¿viste? ¡Llegué justo!

– ¡Uy, te agarré!

– Pero no, todo bien, no hay problema. Las llaves buscaba. Es que tuve un día. Y ahora las llaves, ¿podés creer?

– ¿Qué con las llaves?

– No, que no están. No las tengo.

– Uuuuh, me estás jodiendo. ¿Qué, nos quedamos encerrados?

¿Nos quedamos? ¿Qué, él se sentía parte de su problema? ¿Él se sentía parte de su vida? La mentira sobre su actividad deportiva, su pelo desprolijo, todo resultaba exagerado.

– Sí, te juro. No aparecen.

– ¿Pero revisaste bien ahí adentro? A ver, dejame ver.

La cartera no, Julián. Ella se apartó un poco. Revisarle la cartera también era una exageración.

–No, sí, revisé, saqué todo, te juro que no están, creo que las dejé en lo de una amiga.

Ella se mordió los labios y movió la cabeza como diciendo “soy un desastre”.

– Soy un desastre.

– Qué garrón, che, qué garrón.

– Sí, perdón.

–Justo que vine. Bueno, no sé. Uf.

– Sí…

– Bueno, ¿paso otro día? ¿O cómo hacemos?

– ¡No!... No, no. Bah, en realidad, sí. Bueno, como quieras. Laura vive a media hora, en realidad; pero como quieras, obvio. No sé, puedo pasar a dejártelos yo, si no.

– No, qué vas a ir vos hasta Ramos, no.

– …

– …


Un silencio sepulcral.

 Es un decir, nadie había muerto. Pero a él se lo veía pensar y eso no era nada bueno. No fluye, no fluye, y él abría los ojos más grandes cada tanto como si estuviera intentando resolver un acertijo imposible. Dolores lo miraba. Lo miraba intensamente y ya se había olvidado del jogging, de las pizzas, de todo.  Y de pronto pensó en que quizás ése podría ser, al fin, el momento Rivadavia de su vida: “Entonces yo estaba ahí, estaba toda hecha un desastre en la puerta, con mi pijama desteñido, y no encontraba las llaves y no había llegado a comprar el vino ni nada, y mi casa era cualquiera, y él había venido a buscar unos apuntes para el final del jueves y, bueno, él se hacía el que pensaba, como que se hacía el que estaba en otra pero la cosa no fluía, no fluía, y de repente se me acercó y me dijo: qué me importan los apuntes. Y me agarró y…”

– No, dejá, dejá…

– Dejá, ¿qué?

– No, que todo bien, que no importa.

– Pero pasamos por lo de Laura, es un segundo…

– No, no, es que encima estoy llegando tardísimo. Me arreglo con lo que fui anotando yo, ya fue.

¿Tarde a dónde, Julián? ¿Qué, ahora tenía que sentirse afortunada? ¿ahora ella debía aliviarse porque, ya que su cita potencial no se llevaba a cabo del modo más romántico, era preferible  que no se llevara a cabo en absoluto? 

­­– Ah, claro, si estabas apurado…

– Sí, tenía un cumple.

¿Tenía? Julián se llevó una de sus prolijas manos a la cabeza, como dando a entender que estaba sufriendo. Si sufría tanto ¿por qué no se iba de una vez y la dejaba llorar tranquila? Sé claro, Julián. Dolores tenía la sensación de que, aun habiendo elegido el pantalón correcto aquella mañana, aun habiendo llevado consigo las llaves en su cartera, la vida se las hubiera arreglado para jugarle una mala pasada, como hacía meses. No, ¿qué meses? Años. Hacía años que por hache o por be, todo parecía salirle a la larga -y a la corta también- bastante mal, como si fuese una cuestión de suerte. Sólo que de mala suerte siempre; y de la buena, nunca. Como si ya ni de suerte se tratara, en realidad.

– Es más: salgo ahora porque si no mi chica me mata.

– Ah… Ok, dale.

– ¿Sabés  dónde está Rivadavia?


Se había venido la noche. Pero esto un decir no es: el sol efectivamente se había escondido del todo. Dolores le indicó  a Julián la ubicación de la parada del 151 y se quedó en la puerta del edificio pensando cómo seguir. Por inercia buscó el celular en su carterita. No aparecía. Ah, no, qué tarada, ahí estaba.  Eran las  ocho y cincuenta y nueve. Sentía ganas de estar mirando los Simpson, o de llorar con mucho ruido, o de las dos cosas juntas. Llamó a su mamá: Disculpe. Su cuenta no posee crédito suficiente para realizar la llamad… Dolores intentó sin éxito reírse de sí misma. Rivadavia estaba del otro lado del mundo.

lunes, 26 de octubre de 2009

el hambre y las ganas de comer

- en menos de un día le pedí autorización a tres chicos diferentes. de la depresión a la prostitución, un camino de ida.

- ah, sí. yo si tuviera a quién venderme me regalaría.

Creo que la tercera botella de vino estuvo de más

Lo bueno de haberme caído es que ya no quedaba nadie en la fiesta para atestiguarlo.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Estaría

cerrar la puerta de esta oficina con llave, ubicarme estratégicamente donde no caigan las goteras, cerar los ojos, y dormirme profundamente con el ruido que hace la lluvia sobre el techo de chapa.



Lástima que tengo que trabajar, digamos.

martes, 20 de octubre de 2009

tamboparti



















Sábado 23.30 hs. Serrano 1160.

Después no digan que no avisé.

(tuve ganas de usar esa frase ¿y qué?)

lunes, 19 de octubre de 2009

La valentía

es subirse a un par de rollers después de al menos quince años y dar dos vueltas completas a los lagos de palermo un sábado soleado frente a musculosos jugadores de jockey sobre patines, muchachas en calzas que muestran sus ombligos y se deslizan con fluidez sobre la bicisenda, y sexagenarias que -hay que ser sinceros- la mueven bastante bien.

domingo, 18 de octubre de 2009

Ojalá puedan repetirlo en sus casas

Necesitan de una madre que desafine bastante. O sea, es mejor si es una madre.  El juego se llama Adivinar la canción. Se juega espontáneamente cada vez que vez que la madre quiere referirse a algún tema musical y no recuerda la letra ni al intérprete. Si es en inglés, tanto mejor: la madre se pone a hacer "naaaaaaaaaaaaaa nanaaaá" o "tarararáaaaii tararáaaaaaai", a la vez que con cada una de sus manos eleva el signo de la paz al aire, entrecierra los ojos, y mueve la cabeza hacia arriba y hacia abajo, como afirmando que lo que canta efectivamente existe. Ojo, puede ocurrir que nunca se arribe a una respuesta. A no impacientarse: llegará aquel día en que, por esas casualidades de la vida,  en la radio comience a sonar "Englishman in New York" y la madre finalmente señale con el dedo, eufórica, al aparato, para decir: "¡ESA! ¡ERA ESA!". Ese día será la gloria.

miércoles, 14 de octubre de 2009

los conflictos de una idiota con pasajes

si voy mañana a renovar el pasaporte, seguramente salga muy mal en la foto.

si voy el viernes, seguramente salga muy mal también. pero quizás no tanto como si fuera mañana, porque mañana es muy obvio que el resultado sería pésimo. pero pésimo, eh.

puedo esperar a la otra semana.

pero ya estoy jugada con las fechas. jugadísima.


no sé, es muy complicado, muy complicado todo esto.

Transfórmame











yo también quiero tener un arito mágico

Aislar

Por la mañana
el juego era encontrar cuántos tipos de pájaros cantaban sobre el río.
El primer día conté once: había uno que como un reloj
o un gallo
nos despertaba temprano. Después callaba
y otra vez nos dormíamos.

Allá nadie te escucha, no es como acá:
allá no hay vergüenza
ni reuniones de consorcio.

Entonces pensamos en gritar.
Fuerte.
Esa misma noche salimos
por turnos, a gritar en soledad sobre la tormenta
y cada vez, volvíamos
mojados con los pies de tierra
así, como si nada:
pero algo dejábamos entre los árboles.

Más tarde, el sol pegando justo en el muelle. La lluvia sobre el barro desaparecía.

viernes, 9 de octubre de 2009

Lo de Pantene no era tan grave


si tenemos en cuenta que mañana voy a estar viviendo acá





y mirando barquitos pasar por acá



¿no?

jueves, 8 de octubre de 2009

Me quiero matar

Está esa pulicidad, ¿no? de Pantene o algo así, en la que la modelo arranca diciendo:

"No lo digo yo solamente, lo dijeron un montón de mujeres en una encuesta"


Y ahí estoy cada vez que la veo, cada vez que escucho ese comienzo tan desatinado, pensando:
paaaaaaabre esta gente, ¿se creen que soy pelotuda, or what? ¿eh, or what? ¿Por qué me tratás como una infradotada, Pantene?  Me indigna mucho. Un montón en una encuesta. Plis. Si usás encuestas, al menos tirame una estadística, man, dale. Con que me digas 1 de cada 10 mujeres usan nosequé, ya te juro que sería más digno. Sí, digno. Encima, ¿qué?, ¿me tengo que sentir identificada con tu putita marca sólo porque usás la palabra "mujeres"?  ¿O es porque quiero ser como la modelo, así, tan llena de belleza e idiotez?



...


La obviedad es que desde la bañadera de mi casa se burle de mí ese pote de Pantene Color Radiante. Así, tan a diario, tan indispensable. Me estoy quedando sin.

miércoles, 7 de octubre de 2009

del orto

estoo paga muchhhhhhho



y no es el flequillo



update: recién veo que puse paga. y no pega. del orto.

lunes, 5 de octubre de 2009

El de los lunes también

(los lunes también me aburro)

Dicen que el embole dominical es un peligro

Me consta -por fuentes diversas, todas de confianza- que puede llegar a generar en algunos seres humanos las ganas infundadas de responder mails irrespondibles de personajes del pasado, enviar mensajes de texto a gente de la que se recuerda el teléfono de memoria pero que ya no figura en el aparato, y, en algunos casos extremos, realizar investigaciones profundas para conseguir direcciones de msn de personas que no chatearon en su vida.


Yo por las dudas me voy a jugar al word challenge.

viernes, 2 de octubre de 2009

Quiero ser igual a los demás

Sí, yo también quiero mostrarles buscando qué llegan algunos limados a este blog:

dos travestis que cantan soy rebelde
ja. cualquiera. pero si es un videito capaz que lo vería.
 
en el slidebar no me anda el clima
no cazo una.
ni por qué cayó acá.
ni qué es el slidebar.
ni cómo puede el clima dejar de andar.

cuanto se gana con un laverrap
ponelo, pone tu laverraaaaappppp! jugateeeeee


5 adjetivos calificativos de perlita
me gustaría poder calificar a mi madre
pero a la vez siento que
sería dejar al desnudo a mi inconsciente.


como saber si me pega el flequillo
probá con tirarlo hacia atrás con una vincha
y fijate si así y todo seguís diciendo incoherencias.

que tipo de flequillo me pega
uhm... bueno, ya. convidá.


que significa decir que te resuelve la vida
¿mentir?

receta sopa kneidalaj para kippur.
uff. es re judío mi blog.


Obvio que no son tan geniales como los de Juan, pero qué seyo:

miércoles, 30 de septiembre de 2009

La contratapa más linda del mundo

"Esto no es una novela. Ni siquiera un cuento. Ésta es una historia. Empieza con un hombre que atraviesa el mundo, y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento.
El hombre se llama Hervé Joncour. El lago, no se sabe.
Se podría decir que es una historia de amor. Pero si solamente fuera eso, no habría valido la pena contarla. En ella están etremezclados deseos, y dolores, que se sabe muy bien lo que son, pero que no tienen un nombre exacto que los designe. Y, en todo caso, ese nombre no es amor. (Esto es algo muy antiguo. Cuando no se tiene un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan historias. Así funciona. Desde hace siglos.)
Todas las historias tienen una música propia. Ésta tiene una música blanca. Es importante decirlo porque la música blanca es una música exrtaña, a veces te desconcierta: se ejecuta suavemente y se baila lentamente. Cuando la ejecutan bien es como oír el silencio y a los que la bailan estupendamente se les mira y parecen inmóviles.
La música blanca es algo rematadamente difícil.
No hay mucho más que añadir. Quizá lo mejor sea aclarar que se trata de una historia decimonónica: lo justo para que nadie se espere aviones, lavadoras o psicoanalistas. No los hay. Quizá en otra ocasión."

Seda, de Alessandro Baricco.

PELIGRO

Voy a sacar mi primera tarjeta de crédito.

Otro jardín


Recomiendo mucho.


domingo, 27 de septiembre de 2009

Problemitas

Estoy viendo "viviendo con mi ex" en el cable

y lloré en una parte.


uhuhuhuhu.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Estallar

para culminar el día, acabo de hacer trizas la jarra de la cafetera.

bonus track

quiero agregar
que la última vez
que había dejado las llaves de mi casa en mi casa

había sido un primero de enero
de 2009


ahora es la primera semana de 5770
no sé
digo



encima
les tiro otra
anoche también comí puré cheff


hay algo, eh

algo pasa

Minusválida mental

Dejé las llaves de mi casa adentro de mi casa. Otra vez.

martes, 22 de septiembre de 2009

Las canciones me conmueven

Creo que adoro los momentos en que los personajes de las películas se ponen a cantar, así, como si nada.



En cuanto a la primavera: ok, sí, llegó. ¿Y qué?

viernes, 18 de septiembre de 2009

Dos años por año

Una compa de trabajo:

Ah, claro, porque ¿qué era tuyo hoy?, ¿navidad?



Los pros de festejar doble año nuevo por cada año
Si tenemos en cuenta que uno de los dos años nuevos (¿añonuevos? ¿mediaslunas?) dura como tres días, tengo entonces el beneficio de tres días adicionales de DELICIAS para saborear, pero sin la necesidad de:


   *soportar el temita de los petardos y esas cosas hórridas que sólo tocan en diciembre. Me deprimen bocha.

   *salir a festejar obligadamente con la frustración constante de nunca dar con el lugar indicado. No existen las fiestas copadas en fin de año, asumámoslo.

   * encontrar tanto grupejo de teenangers alcoholizados en los transportes públicos, ¿pueden bajar un toque  el  volúmen?

   * tratar con gente desesperada por terminar las cosas antes de que llegue EL FIN.


   * recibir cantidades descomunales de emails festivos y seudo emotivos, plis.

   * hacer balances depresivos. Eso es muy calendario gregoriano.

   * tolerar tantas otras cosas que ya ni recuerdo, por suerte, pero que, pensándolo bien, quizás no sucedan si pruebo con irme a la lomadelooor en esa época.

 
En cuanto a las contras, iba a decir que eso de la multiplicación de los encuentros familiares es, en verdad, bastante jevi. Pero lo de la comida medio que lo equilibra todo, realmente. Así que...¡shaná tová!

lunes, 14 de septiembre de 2009

jaaaaaajajajajaj, chicos, grabé un disco

las ganas del bis + el miedo a repetirme =

ay

ay ay




Ahora: ¿por qué eso del miedo a repetirme, si justamente -no, es injusto, en realidad- se trata de lo mismo?


Estoy un toque críptica, sori.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Mientras tanto

me comunico con mi mamá a diario así puede decirme que soy lo más.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

no sé si mandarte un mail, llamarte de una, o nada

si te dijera
"felicidades"
, por ejemplo

¿de cuántas felicidades estaríamos hablando
exactamente?

¿de la suma entre qué felicidad
y cuál otra
estaríamos hablando 

exactamente?

creo que prefiero llamarte
que no quede escrita
para siempre
una incoherencia mía
en tu casilla de hotmail
o en la de gmail, tal vez

o mejor, sí
te escribo
algo corto


no
no podría

o no sé

quizás termine por
dedicarte unos versos en mi blog

algo que se titule
feliz no cumpleaños
algo así
que tenga un guiño
una chispa
puf

en el blog
si quiero
no se nota cuando estoy muy triste

lo que pasa 

es que casi nunca quiero

domingo, 6 de septiembre de 2009

Descubrimientos que no le importan a nadie

Soñé que iba a un festival que se hacía en La matanza, o en Mataderos, una de dos.
Era peligroso asistir. Y yo obviamente tenía que matar a los organizadores.

Es cierto que no son divertidos los sueños ajenos, pero algunos descubrimientos me divierten bocha. Por ejemplo, que una localidad bonaerense se llame "la matanza"? ¿qué carajo les pasa? ¿le pueden cambiar ya el nombre por algo un toque menos siniestro?

También descubrí hace no mucho que carnaval carioca viene de Rio de J. Como que no me había dado cuenta de que esa palabra estaba ahí. Y también que "des-enlace" viene de todo ese temita de que texto (textum) sinifica "tejido", y por eso lo de "nudo" y lo de ¡seguir el hilo! Me di cuenta también, porque soy muy perspicaz, de que el señor que tiene es el Tenedor, y el que enciende, el Encendedor. Creo que igual lo más groso fue cuando me enteré de que "La banda del Golden Rocket" no era la banda de "algo que no entiendo bien qué será pero ya fue", sino de un auto, justamente, EL auto de la presentación de la serie, el auto que Diego Torres con el pelo muy largo y Fabian Vena joven se peleaban por manejar.


Sí, y bueh.

martes, 1 de septiembre de 2009

Ahora que me compré billetera

¿morirá un galán?

(hablo del genérico, no de Roberto, pobre. O, ahora que lo pienso, ¿qué billetera lo habrá matado a él? Soy joven. Se lo habrá preguntado mucha gente en su momento -el de SU muerte-, no quería ser original. Igual seguro que los blogs no existían.)

lunes, 31 de agosto de 2009

USTED ESTA AQUÍ

Cuando pasan cosas copantes pensamos -a veces- : ¡ESTO ES UNA SEÑAL!


(nos damos cuenta; seguro lo sea)


(pero: ¿de qué?)


de eso: de que estamos ahí: ahí mismo: sí, ahí: estamos ahí, rodeados de consecuencias.

Bajá el copete

Un toque me molesta que me sugieras hacerme fan tuya, locaaaa.

Hay gente que admite ser fan de sí misma. ¿No tienen un poco de pudor?

IGNORAR.

Qué quieren que les diga

La verdad es que me gusta estar borracha de Cuba libre a la 1.52 am de un domingo de invierno veraniego.

viernes, 28 de agosto de 2009

El amor es como el calzado

"si vas a una zapatería y el zapato que te probaste te gusta pero no te queda, no es ni culpa ni tuya ni del zapato."

jueves, 27 de agosto de 2009

Otra gloria

es que tu jefa se vaya de viaje durante quince días al otro lado del globo.

lunes, 24 de agosto de 2009

ser o no ser

no es que no esté positiva

pero digamos que, por ahora, como que me tira más lo segundo

viernes, 21 de agosto de 2009

Un paréntesis




Entonces, qué sé yo, esto también me hace llorar un toque, sí. Pero por otra cosa, ¿se entiende? De alegría, digamos.. Sí, eso. De alegría.


Disculpen, chicos, si hago catarsis por acá. Dadas las circunstancias, calculo sabrán comprender.

jueves, 20 de agosto de 2009

Parece que no es nada ortodoxa

-¿Leonor?

- ...

- ¿Leonor?

-...

(Me levanté) - ¡Leonor!

Ahí se despertó. Me sonrió, como disculpándose, como... como recién levantada de una siestita, en realidad. Caminé unos pasos y me puse el piloto sin decir nada. Ni había llegado a enrollar mi bufanda al cuello, que me detuvo:

- Me quedé dormida; te diste cuenta.


Claro que me había dado cuenta, y no era una pesadilla: mi psicoanalista efectivamente se había torrado en el medio de la fukin sesión.

ay, Mirtha


"Yo quería ser conocida, quería ser famosa. Yo quería ser alguien importante en la vida. Y creo que lo conseguí."

miércoles, 19 de agosto de 2009

Pasará, pasará

pero el último quedará.

Algo de orgullo queda

¿Y ahora qué cazzo me hago la que escribo en verso?

Por favor.

Me voy a freir churros, ya vuelvo.

el coso

es en el centro
una palabra, casi
no todavía.
me hace caer

lunes, 17 de agosto de 2009

Infinitas es porque son muchas

Hay que pensar en las posibilidades, no en las probabilildades.

Las posibilidades siempre son infinitas.

domingo, 16 de agosto de 2009

eso

el rimmel que corre
lento tan lento
de llorarte

Esta noche, Chomps

Hoy hay Mandinga!



Los domingos antes de un feriado son tan... qué sé yo.

sábado, 15 de agosto de 2009

mientras me envolvía tres empanadas

claro, es que es difícil
mi hijo tenía una novia
que también hacía teatro
y esas cosas
hacían algunas obritas, viste
iban ahí
cositas en San Miguel, viste
y, claro
estaba lleno de chicos
chicos que no eran profesionales
y mi hijo es médico, viste
yo le decía, dejala, dejala
aunque cuando tenía el boliche ahí
a la vuelta de canal trece
conocí a muchos artistas
conocí a las trillizas de oro
nadie quería atenderlas
porque una pedía con zanahoria
y la otra no
se mezclaban los platos
se armaba un despelote
el que era bueno era Badía
tenía un programa los sábados
con bailarinas
ése saludaba a todos antes de sentarse
a todos, eh
y Ranni, también
venía y se metía en la cocina, el loco
se ponía a cocinar
uh, parece que se larga
con todo, se va a largar acá
esta humedad
este calor
este país

viernes, 14 de agosto de 2009

Personas que quizás conozcas

Facebook me sugiere hacerme amiga de mi papá.



Todo bien, pero no.


[Ya lo tengo, con otra de sus veinte direcciones de mail]

jueves, 13 de agosto de 2009

El deber me llama

justo ahora que saldé mi deuda con la compañía telefónica.

lunes, 10 de agosto de 2009

Se ve que almorzar ñoquis me pega un toque mal

Odio las inmobiliarias. A sus secretarias caracúlicas con extensiones. La seudo sala de espera con revistas Viva del 2005. Las madres que van a pagar el alquiler con sus niñitos y les echan la culpa de romper los objetos apoyados en esa asquerosa mesita ratona cuando estos niñitos tienen literalmente dos dedos de frente y no distinguen entre lo que es comestible y lo que no. Odio a la que me reclama facturas vencidas de telefónica. Odio adeudarlas. Odio al abogado que se pasea por entre las mesas de los vendedores haciéndose el poderoso. Inmobiliaria de morondanga. Me molesta muchísimo que abran la puerta de entrada con una clave. Quién carajo te creés que sos. Y esos posters colgando, de edificios nuevos con gente simulada en sus balcones. Con tipitos y minitas dibujadas que se repiten de departamento en departamento. Hasta hay embarazadas. Personitas exitosas que no deben ninguna factura. Que pagan sus cuentas entre el -5 y el -1 de cada mes, con tarjeta de crédito. Odio a los propietarios. Odio a los vecinos. Odio a mis vecinas adolescentes y a su perro del carajo que ladra en la madrugada. Y qué me venís a pedir mis recibos de sueldo, pedazo de desastre, aferrada a tu escritorio. ¿Por qué no me dejás ser feliz, eh? ¿por qué? ¿vos quién te creés que sos para hacerme llorar?

...

Ah: y ahora resulta que tengo un vecino que está aprendiendo a tocar un instrumento. Me estás jodiendo. Me estás jodiendo que mi vida se parece un touch a esto.

domingo, 9 de agosto de 2009

Soñale arriba




Nota: Este vido forma parte del backstage (es una palabra muy noventas?) de la grabación del cd de TAMBO. Como podrán observar, no sólo tenemos coraje, sino también una cara de piedra, de alguna piedra muy, muy dura. Les aseguro que la combinación de ambos valores hace, al menos por un rato, a la felicidad.

jueves, 6 de agosto de 2009

La tierra prometida

La sesión terminó con que yo le decía "Pero para qué llegar a ese punto" Entonces ella me repitió la frase. Repetir la frase es signo de que termina la sesión. Y las dos nos levantamos. Le pagué, me puse el sacón de mi abuela Rosa, me colgué la cartera y después el típico "Nos vemos el martes." En realidad lo típico es los jueves, pero el jueves que viene ella no va a estar y me dijo lo del martes, entonces. Seguro que me olvido de ir. Me cambia de día y me olvido, yo.
Cuestión que salgo al pasillo. Es de esos edficios modernos (es nuevo, es enorme, y creo que mi terapeuta es una de las tres personas que lo habitan), donde los pasillos al aire libre forman una especie de hache con los ascensores en su centro. Siempre me equivoco cuando salgo del ascensor: suelo irme para el lado del departamento D. Cuando dejo el consultorio, sin embargo, llegar al ascensor siempre es una pavada, porque me voy por otra puerta que desemboca directamente en el medio de la H. Toco el botonito para llamarlo. Y espero.
Espero.
Espero.
Ya estaba hablando por teléfono con mi hermana cuando decidí meterme por una puertita que supuse me llevaría a las escaleras de servicio. Asumí que el ascensor no vendría nunca y la posibilidad de acudir a mi psicóloga fue una opción que tuve que descartar de toque, de tan obvia. Con Paloma hablábamos de judaísmo -sí- y de salir sorteadas en ese viaje donde un grupo de sionistas te lleva gratis a conocer Israel -y a lavarte el cerebro-; y yo mientras tanto bajaba por las escaleras de cemento alisado y ya no sabía por cuál piso andaba, hasta que me topé con una puerta negra que seguro me llevaría a la planta baja. A la realidad, por fin.
Tuc. No abría.
"Debo estar en el subsuelo", pensé mientras coordinaba con mi papá una salida al cine para el día del niño: él pretendía que nos encontráramos a las 9 am.
Volví a subir un piso. El numerito sobre la pared indicaba "2". Algo estaba mal. Volví a bajar. ¿Quizás no había visto que las escaleras seguían? No. Era hasta ahí, hasta la puerta negra: ese era el fin. Volví a intentarlo. Tuc. No abría. Bueno. ¿Qué onda? Volví a subir. Toqué el botonito: no venía. "A las 9 de la mañana un domingo, no, papá. No hay funciones a esa hora, además; no divagues." Volví a bajar. Basta, por algún lado tiene que poder salir esta gente, me dije. Y se lo dije también a mi papá que a esta altura ya estaba enterado del laberinto que tiene mi psicoanalista por consultorio. Tuc. Tuc. No había caso. Me imaginé encerrada ahí al anochecer, con la última frase de la sesión rebotando en las paredes de la salida de emergencia.
Saben, hay momentos en la vida en que todo se vuelve literal. En esos momentos, aconsejo: lo mejor es pensar que las puertas quizás pueden ser vaivén: prueben con empujarlas por su lado izquierdo.

martes, 4 de agosto de 2009

Che

¿Nunca les pasó que, por ejemplo, se pusieron a cantar el tango Nada sólo porque tenían un toque de ganas de llorar, porque no lo hacían hacía rato, y cuando llegaron al estribillo y ya estaban uaaaaaaaa uaaaaaaaa medio que se rieron un poco de sí mismos -soltaron de hecho una carcajada- y después siguieron llorando, como diciendo Sí, lo hice apropósito, me puse a cantar esto apropósito, y qué, y sus gatos los miraban medio de reojo sin saber si tenían que ir a consolarlos un poco o era mejor seguir jugando con la tirita esa que solían ustedes usarla para el pelo, pero que ya se la regalaron, porque creen que ellos en verdad la encuentran muy divertida y les da como no sé qué sacársela?


Ah, ¿ y que después se dieron cuenta de que ese tango y este tema dicen un poco lo mismo?

domingo, 2 de agosto de 2009

El flequillo no te resuelve la vida

Los domingos siguen siendo algo muy dificil de remontar.

sábado, 1 de agosto de 2009

3. "Lo que importa es que, cuando entraste, el auto se llenó de estrellas"

El piropo del tachero fue una especie de señal divina. O de que soy divina, eso también.

viernes, 31 de julio de 2009

2. Abstinencia

Se cortó el chorro. No más internet en casa. Esa red que aparecía gratuita y se posaba sobre mi notebook sin que la llame decidió abandonarme sin que la que eche. Está bien, lo acepto. Ya era hora de que ese goma le pusiera contraseña al coso.

Entonces, bueh, me dormí a una hora razonable mientras terminaba un capítulo de Sopranos. Razonable es antes de las tres. Hoy, me dije, es un día ideal para ir en colectivo. A ver si la cortamos un poco con este temita, que no es tan gracioso a fin de mes. Así que lo esperé. Lo esperé veinte minutos en la parada.


Ya venía pensando en que era difícil esto de contenerse, cuando veía las lucecitas rojas de los banderines que me boicoteaban la jugada desde el calor del automóvil. No parece, pero cuesta, cuesta. RESISTIRÉ, erguida frente a todo, era mi lema. Porque ¿qué?, ¿ahora qué soy? ¿qué, ahora nunca me tomé un bondi? ¡paraaáaaaaa! ¡Yo me sé todos los recorridos! ¡yo vivo del otro lado de Rivadavia! ¡en la puerta de mi casa hay travestis, man! ¡tra-ves-tis! Cortala. Me puse a leer un libro como para hacerme la que no me importaba el frío.

Pero, chicos, cuando el ciento ochenta corrió a toda velocidad por Maza haciendo caso omiso a mi brazo estirado, qué quieren que les diga. Revisé mi cartera: un billete de cinco, otro de dos, otro de dos. Alcanzaba.

miércoles, 29 de julio de 2009

1. El mañanero

Una vez te despertaste con el tiempo justo. Llovía. O lloviznaba. Pero se veía que hacía frío. ¿Viste cuando al frío lo ves? Y no da esperar el ciento ochenta. No da ni a patadas. Después tenés esas cinco cuadras desde la parada. No. Para eso camino. Qué hambre, pará de mentir: no hay nadie escuchando. Salís a la esquina y decididís levantar la mano hacia el bajo aire a las nueve menos cinco. Es que sí, loco, me lo merezco, te decís. ¿O para qué trabajo, si no? ¿Qué soy, eh?, ¿qué?, ¿cómo es? ¿Hay que sufrir tanto? ¿Qué necesidad? No, che. ¡NO! La vida... la vida es otra cosa. Y sí, te tomás un mañanero.

Perdiste, y lo sabés. Sabés que tomarse un taxi hacia un lugar al que siempre fuiste en bondi inaugura una posibilidad. Y contra la posibilidad de un taxi no hay medio público que compita. Aunque la noche anterior te digas que no, que mañana prometés usar las monedas que venís juntando para algo tan digno como una máquina expendedora de boletos, a la hora de elegir entre apurarte y secarte el flequillo con tranquilidad, te decidís por lo segundo. Porque, claro, llegar tarde para vos no es una opción potable, pero hacerte la rica parece que sí, que te sienta bien. ¿WHAT? Te sabés pobre. Te sabés desubicada, pero no hay caso. Inevitablemente, ya sin cumulus nimbus que te sirvan de argumento, así de indefensa bajo el cielo diáfano, intentás ubicar esa lucecita que diga Libre. LIBRE, pensás, cuánta fuerza: con sol de frente brilla menos, sí, pero brilla al fin.

martes, 28 de julio de 2009

Nunca joya

No digo que sea grave, grave. Pero quizás vendría bien que exista una granja para recuperarme de esta adicción. El problema es que a la granja iría en taxi, por ejemplo. Y esas granjas son re lejos, seguro. Son granjas, son lejos. Che, además, me volvería en otro taxi, claramente. Y dos taxis caros por día no dan. Dan varios baratos. Así, como quien no quiere la cosa.

Quizás analizando por categorías, organizando un poco esto que podría reconocer como enfermedad, logre al menos horrorizarme del porcentaje de mi sueldo depositado en tanta billetera alargada de macrista oyente de Radio 10. Quién sabe. Creo que va a tener que ser por orden de aparición, si es que llego a tomar tal riesgo; hay demasiado, demasiado material.

lunes, 27 de julio de 2009

¿Qué parte no entendí?

¿Es que desde los siete vengo dándomela de que soy grande y no puedo parar de hacerlo?


¿O es que de verdad ya crecí bastante y todavía no logro enterarme?


No la veo ni cuadrada.

domingo, 26 de julio de 2009

viernes, 24 de julio de 2009

Su primera vez

Cuestión que entro y una tipa
me hace pasar a un cuarto todo rojo.
Me sonó raro el lugar.
No me lo acordaba así.
Tan rojo. Bueno.
Me siento a esperar.
Era temprano. Llegué temprano.

¿Conocés a alguna de las chicas?
me dice.
Sí, soy el papá de Malena.

Se frena y me pone cara.

¡No, no, señor,
el teatro es enfrente!

Qué gracioso.
Nos reímos.
Claro: la cama, el rojo.

Debe ser un
problema de numeración.
Ojo con eso, eh
después chequéenlo.
Si yo ya había venido
la vez pasada
ya sabía cómo llegar
¿entendés?
Fue la numeración.

¡Sí sí, soy el papá de Malena!
Qué cómico.

Te digo que ésta fue
la primera vez que entré a un prostíbulo
y pregunté por mi hija.

jueves, 23 de julio de 2009

¿Estoy hablando del clima para evadir qué?

Es muy cualquiera que se me haya explotado una estufa justo antes del frío polar.

miércoles, 22 de julio de 2009

martes, 21 de julio de 2009

Me río de las consecuencias

Con mucho día del amigo encima, ése nos había parecido un re buen título para mi vida. Ahora como que ya no.

Brain storming

Ahora resulta que la gotera cae justo sobre mi flequillo nuevo.

domingo, 19 de julio de 2009

En vivo y en directo

Lo bueno de ir a un bar con un chico y que esté una amiga tuya sentada en otra mesa es que cuando vos subís las escaleras para ir al baño ella puede seguirte sin que te des cuenta y preguntarte el "¿yyyy ? ¿queeeé ondaa?" in situ.

viernes, 17 de julio de 2009

Mato mil

Qué bien que estuve con eso de reemplazar mi segunda clase de pilates por ir a la peluquería y quedar así de divina.

jueves, 16 de julio de 2009

Llamémosle causalidad

Se acaba de posar una vaquita de San Antonio sobre mi cuaderno.

Volver al futuro

"Espero que te guste", me puso en una notita que dejó arriba de la mesada. "Dicen que trae suerte".

Que hayas movido también los sillones, eso no me jode. Quedan mal así como los pusiste pero, bueno, puedo reacomodarlos de toque. Son livianos. Son nuevos. Easy como un sábado a la mañana.
En cambio, Alejandra, ¿esta super ocurrencia
que tuviste de girar mi cama? MI cama. No la entiendo. ¿Tuviste un rapto de Feng Shui mientras apilabas un par de sábanas y no pudiste contenerte? ¿Corriste el mueble un toque, casi sin querer, y pensaste: "¡Aia! ¡qué lindo que queda así también, eh! le hacemos un fashion emergency al cuarto, porque me encanta dármela de decoradora de interiores"?

A ver, a ver, a ver,
a ver.

Bajemos un cambio.
Paremos la moto.

Evidentememente no se te cruzó ni por un segundo la idea de que taaaal veeeeeeez yo había puesto la cama
ASÍ por una razón que quizaaaás, ok, no la hablé en terapia pero podría haber sido tranquiiiilamente un temita si en aquella época ya hubiera vuelto a las andanzas por un diván palermícola.


Pff


Empecé pilates, sí, pero no puedo evitarlo: la cama sigue así, dada vuelta, hace una semana. No, no. Dada vuelta estás vos, cama.

miércoles, 15 de julio de 2009

Mandinguear




Es re lindo el flyer. Y además la vez pasada estuvo copante.
¡Yo vuelvo!

Mi hermana también me hace reír frente a monitor

Re daría responder a esto:

Podrías mencionar tu remuneración pretendida?
Muchas Gracias
Saludos cordiales
Con esto:

uiiiiiiiii :) :) :) estoy re contenta q me contestaste hoy. buenisimo pq ayer me quede 4 hs en la pc mandando cv a todas las productoras del mundo y sos launica que respondio. yo la verdad que por 400 ya trabajo pq imaginate que ni me alxcanzca para comprarme bombachas pero si me pagas 1200 mucho mejor

gracias, paloma

martes, 14 de julio de 2009

No puedo parar de reírme frente al monitor

Queridos basta …

Me gustaría enviarles una nota que mi hija envió a Chile. Gente de teatro le pidió que escriba algunas reflexiones acerca de la gripe y el teatro en BA.Me dio ganas de compartirla con Uds. en primer lugar, porque dan espacio a que quien los escucha pueda sin prejuicios pensar los acontecimientos desde distintas perspectivas. En segundo lugar , porque me parece que es una mirada inteligente de una joven de 25 años.

Les mando un beso
Perla

lunes, 13 de julio de 2009

Hablaba en serio todo el tiempo

Mamá
¿La puedo mandar a Basta de todo?

Male
¿Al programa de radio? ¿para qué?

Mamá
¡Para que la lean!
...
¿Puedo?

Male
Bueno.


Se refería a ESTO que escribí invitada por LUISA .

Un poco más de minimaleísmo

Sufrir



Amar



Partir


Y al fin andar sin pensamientos

 
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