viernes, 28 de noviembre de 2008

Yo tengo una amiga que se llama Betsy

Una de los dos con los que compartí dos dulces y hermosos años de mi vida sobre la calle Medrano es ahora integrante de las NUEVAS PRIMAS.


Increíble.

La fama está cada vez más cerca.

jueves, 27 de noviembre de 2008

¿Qué necesidad?

de amanecer toda pegoteada teniendo un ventilador de techo sin colocar desde hace más de un año al pie de mi cama?

A veces me odio tanto que doy un paso y me amo.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Son todos unos putos del orto

Esa fue la frase con la que dio cierre al domingo e irónicamente a "Gallery G, paseo de compras gay" el organizador del evento, mientras apoyaba una bolsa de hielo en su mejilla derecha.

Flashback: ese mismo día, unas cuatro horas antes, estaba volviendo desde Adrogué hasta Retiro para poder tomarme uno de los dos únicos colectivos que pasan por Costa Salguero. Sí, Costa Salguero sigue existiendo y en el medio del predio todavía hay carteles que indican CAIX. Bueno, volvía de Adrogué porque me subí al primer 33 que pasó, y hasta que no reconocí tarde y segura ese olorcito a Riachuelo incofundible, creía muy gilamente que viajaba en dirección correcta. Al menos me bajé bien en el segundo intento, en ese divague menemista llamado costanera que sólo me hace pensar en la vez que me partí el labio bajando a toda velocidad por un tobogán acuático de Coconor.


Cuestión que llegué al pabellón. Todo estaba casi como cuando lo había dejado a las 24 hs del viernes: la radio G a todo volumen anunciando lo buena que estaba la noche, mascotas ricas disfrazadas pululando por las alfombras después de haber desfilado, las mismas obras de arte de hotel, las mismas fotos seudo porn, las alfombras grises hórridas, los de la zapatillaría sentados esperando visitantes que nunca llegarían, los más avivados ya desmontándolo todo, la promotora Caterín con sus pantalones blancos ajustados regalando cerveza. Y yo me puse a desmontar también, que yo era de las avivadas.

Mientras voy descolgando bombachas de la soguita inventada veo una cola multitudinaria de cinco personas en el stand de Freddo. Estaban regalando heladito, parecía. Bien, me dije. Espero a que baje un poco la gente. Sí, un divague, pero pensé eso posta. Y en eso llega Dani, salvador. Sin dudar lo dejé desmontando obra y encaré directo al puestín, pensando en mi dulcedelechegranizadoconsambayónnnnnngratuito.. No va que llego y hay dos locas montadísimas sirviéndose crema americana de un pote enorme con cucharitas de plástico? ¿Esto es self-service?, les pregunto. Sí! Los de Freddo ya se fueron hace un montón, ahora cada uno se agarra, me tira uno. Ah, que divertido! Ya fue, pensé. Y empecé yo también a cumplir la fantasía infantil de atender una heladería. Al toque éramos el doble de gente saqueando tarros a lo dosmiluno. Yo agarré la cuchara de las grandes y hasta armé algunos para los demás. De qué gusto? les decía! Lo más. Cinco minutos gloriosos. Al final me serví mi vasito y volví a trabajar. A todo esto me había tomado el trabajo de llevarle uno de sambayón a uno de los zen que compartían stand con nosotros, pero me lo rechazó por no tomar alcohol, "No, no, no es que no me gusta, es que el sambayón está hecho a base de wisky..". Después de mi cara de Sos cual-quie-ra me puse a trabajar de nuevo. A los quince minutos veo al gordito con el uniforme de la heladería pateando tachos de basura, quejándose con los de seguridad. Me abrieron todos los tachos! Y ahora yo que digo?, les lloriqueaba a los gendarmes. Un bochorno total. Afortunada yo que ya me había terminado el mío, y la evidencia del tarrito vacío la había ubicado gentilmente en el tachito de la cervercera. Pasó.

Ya en el estacionamiento esperando el miniflet y viendo cómo ridículamente guardaban obra de arte en una ambulancia, escuchamos los gritos. Me asomo: una lucha de varones estaba teniendo lugar justo, justo en nuestro ex stand vacío. ¡Hijodeputaa, tevoyamatarrr!, le decían al organizador. Otra se fue al grito de ¡Te la tengo jurada, pelado, eh, te la tengo ju ra da! con una correa en la mano que terminaba en caniche. Sangre, piñas, excesos. Parece que el evento había sido un fracaso y los expositores que sí habían pagado estaban pidiendo que le devolvieran su dinero.

Justo cuando venía nuestro autito, después de la segunda agarrada, volvemos: son todos unos putos del orto. Si esos putos no tienen otra cosa que hacer, putos del orto. Lo repetía fuerte y con la boca congelada a aquellos mismos gendarmes, seguramente más pinos que las gallutas.

Esto va directo al blog, pensé en voz alta mientras volvíamos. ¡¡Obvio, Male!! me gritó Dani desde el otro lado de la camioneta, ¡y que no falte lo del helado!


miércoles, 19 de noviembre de 2008

Débil firmeza

Acabo de firmar un mail así:


m.


¿Por qué?




¿Por qué, eh?


Si venía tan bien. Si Males y Malenas ya me bastaban y sobraban, hasta incluso el beso! sin nada abajo también salía mucho. Pero no, claro. Yo tenía que ser como ellos. Tan cool. Tenía que firmar así, que poner mi inicial en minúscula con un puntito al lado. Lo necesitaba. Tanto como esas botas que me compré un invierno que ahora sé que son un asco, que ahora sé que las compré sin darme cuenta de que no me gustaban. Entré, entré y ahora me sé caballo! Por favor. Si habré criticado inicialitas! Que decepción de mí misma. El pez por la boca muere, aunque no entiendo ese dicho. De hecho, se me viene la foto que una señora en San Isidro le sacaba a su marido con sonrisa, alpargatas, gorrito, más un pez medio vivo colgado de caña.

Bueno, al fin y al cabo yo no morí. Y lo que no te mata te fortalece, dicen.

Por el nuevo firmamento, entonces, salud.

Y no sabíamos

Mamá:
¿Cómo es? ¿uno respira oxigeno y exhala qué?
Todos:
Dióxido de carbono.
Mamá:
Ah, el dióxido de carbono atrae a los mosquitos ¿sabían eso?

martes, 18 de noviembre de 2008

La movida del verano

Sesiones de un I ching occidentalizado, ron con cola, rapiditas rellenas, mesa a la terraza y cuatro amigos moviendo los muebles de tu casa exitados con la idea de estar participando en algún programa de people & arts.


Are you happy, puppy?


Claro que sí!
Tiro por la ventana la culpa que implica el estar feliz cuando no es políticamente correcto.

martes, 11 de noviembre de 2008

Como el sol cuando amanece

Eran las 2 am y giré la cama.

Giré la cama hasta que quedó perpendicular a la ventana.



Bien, me dije. Ahora hay más espacio libre para dejar la ropa tirada.

sábado, 8 de noviembre de 2008

No hay male que dure cien años

I
Sí. Perdí otra vez mi celular. También perdí mi billetera, pero esta vez de verdad, no adentro de mi cartera como cada vez que la pierdo. No, cada cosa en días distintos. Quizás me quedaban billetes sueltos. No. Esta vez no. Pero monedas, sí. Sí, fui a reclamar el envío de mi tarjeta de débito pero me la estaban mandando a mi anterior domicilio. Ahora tarda como quince días. Pasa que además me cortaron el teléfono, por morosa. Claro. Y no, no, ya no tengo internet en casa. No, estoy bien, sí, bien. Así, sin plata, sin teléfono, sin comida en la heladera, pero con dos cocacolas de otra marca desconocida que mi papá alguna vez me trajo de regalo.
II
Mamá:
Y cómo estás, cuchi?
Male:
Y... masomenos.
Mamá:
mmm...
vení que te hago upa.







viernes, 7 de noviembre de 2008

lunes, 3 de noviembre de 2008

Vintage

Mañana vuelvo a las redes del psicoanálisis.


Back to business.
 
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