domingo, 28 de septiembre de 2008

Extreme makeover

No sé cuándo fue que comí el último Lajmashin. Unas empanadas árabes, abiertas en pequeños disquitos de una masa bien fina y crocante, cubiertos con salsa y carne de otro planeta.
Cada año nuevo (no el posta, el rosh hashaná) con mis primos y mi hermana nos peleábamos por quién agarraba más de la bandeja. Ingenuos, creyendo que sólo habría una pobre tanda. No reconocíamos que hacía semanas mi abuela Rosa había estado llenando la mesada de ingredientes de otro continente que más tarde irían a convertirse en platos infinitos: los kipes, altamente codiciados, ensaladas, niños envueltos en salsa agridulce de damascos secos, guefilte fish al horno, mahude -un matambre relleno de arroz y papas que nos enloquecían- y cuando ya ningún otro bocado entraba en nuestro organismo (porque todo esto sucedía en una misma noche, señores), los botones de los pantalones se desabrochaban para darle luegar a la sopa de pollo con pelotitas, los kneidalaj -que, reconozcámoslo, nunca le salieron tan, tan bien como a Juanita, mi otra abuela, que venía realmente del palo ruso y con esa, más los latkes, varenikes y miles de recetas a base de papa, la tenía más clara (ahora ya no come con sal, ahora ya no es lo mismo)-, que aparecían para consentir los gustos de Samuel. Después, una simple y porteña ensalada de frutas, la más rica que conocí.

Rosa (siempre los llamé así a mis abuelos, por su nombre, pero eso es otro capítulo) nunca fue generosa con los secretos culinarios. "Condimentos", respondía cada vez que le preguntábamos qué le ponía. Mi primo Fede en una época se puso muy hábil y hasta llegó a compartir con ella la cocina para algún Iom Kipur. Fede era muy groso con eso. Además, para sus cumpleaños ligaba de la abuela importantes y tecnológicos regalos. Una envidia, mal.

En un momento Rosa empezó a olvidarse de las cosas, de algunos nombres, por ejemplo. Primero resultaba gracioso que preguntara por mí, estando yo a medio metro de distancia, porque hasta ella misma se daba cuenta y se hacía la gila largando algún chiste muy ocurrente. Pero la decepción de abrir un taper repleto de lajmashin y encontrarme con unas pizzetas cualesquiera con un poco de salsa y picada común fue de las más grandes de mi vida. "Sí, creo se los hizo la chica", me soltó mi mamá, como diciendo que habíamos perdido forever la receta posta. Al poco tiempo el Alzehimer terminó de apoderarse de sus recuerdos y la historia se volvió medio triste, inabarcable.

Fue en el depto de San Bernado que con Lucas probamos hacer nuestra propia versión, pero de los fatay cerrados, triangulares, con carne macerada en limón durante horas, como las que habíamos probado en Córdoba, otra cosa. Él se encargó de la fuerza en la harina, yo de emular lo más posible el sabor ancestral. Y aunque bastante alejado del original, algo se recuperó.

En bandeja, mañana vamos a testearlos con el público difícil. Ese que conoció los sabores de antaño y que deberá adaptarse a los nuevos tiempos. Que en 5769 años no les quedó otra que haber mutado, a nuestro pesar, talvez, pero también con la liviandad que posibilita eso de renovarse un poco y hacerle un volantazo a la rutina. Una suerte de cambio de look, digamos. Feliz año nuevo.



sábado, 27 de septiembre de 2008

En vivo y en directo

Mondiola está en este mismísimo momento en el borde de la ventana y me estoy conteniendo para no sacarla de un grito.

Mira para abajo y la verdad es que me da paniquito. Que se tire, que se caiga. Se cuelga de la baranda, y después deja caer la cola hacia afuera.

Vértigo no tiene para nada, eso es algo obvio.

De hecho se la ve tan relajada y feliz, tomando aire fresco... ni da interrumpirla.

"Mondiola..."

(Me mira)

"Ojo"

(Y gira la cabeza hacia el aire libre)


Es verdad que son sólo dos pisos pero...

Porque es un animal, pero no es tarada.

Aunque al fin y al cabo ES un animal, no?


Confianza, me repito para mí misma. Yo NO seré como mi madre, no.




BIEN.
Ahí se bajó.

LO LOGRÉ.

viernes, 26 de septiembre de 2008

jueves, 25 de septiembre de 2008

Quién me manda

Voy a cantar bajo las estrellas junto al gran Chicho Calvo y sus Flamantes.


En el túnel laberíntico que implica el no saber cantar, y más aún, el no tener el vestido perfecto, ni tampoco siquiera la más pálida idea de qué zapatos usaré, veo a lo lejos, sin embargo, una posible luz inspiradora, una fuente de saber que sé -espero- me podrá quizás llevar por el duro, aunque alegre al fin, camino hacia el éxito.




Algo entendí: sí, quien me mande está deshaciéndose de toda la fruta del mundo.

Peor es nadar

Qué necesidad, digo, de querer empezar en octubre con una actividad que implica, por lo menos:

- comprarse una malla enteriza
- ponerse una malla enteriza
- comprarse antiparras
- usar antiparras
- comprarse gorra de baño
- usar gorra de baño
- verse en un espejo con malla enteriza, antiparras y gorra de baño
- presentarte ante compañeritos nuevos con malla enteriza, antiparras y gorra de baño
- tener flashbacks desagradables sobre la pileta del colegio
- mojarse el pelo con agua clorada
- cambiarse en un vestuario
- transportar una toalla
- depilarse con frecuencia perfecta
- pagar 160 pesos
- caminar 10 cuadras de ida y 10 de vuelta
- usar los términos croll y andaribel (andaribel? vamos!) con naturalidad.


Todavía no decidí si nadar o nada, pero algo me hace poner un toque en duda todo este asunto de hacerme la deportista y sobre todo, lo de hacerme la original, teniendo en cuenta que los rollers que recibí para mi cumpleaños descansan desde ese entonces infelices en mi placard.

martes, 23 de septiembre de 2008

A falta de diván

Mi papá me pidió perdón.


¿qué?

Así que soñe que volvía al pasado, a Lambaré II, que en realidad era distinta. Me la encontraba a mi mamá y a mi hermana, y obvio, a Nancy, esa hijadeputa. Le intentaba explicar a mi mamá lo mala que Nancy era, lo mal que nos trataba, y las tranquilizaba sobre el futuro "Quedate tranquila que se viene cambio de cuarto", le decia a Paloma. "Igual en unos años se van a mudar a Oro", y así. Pero no me creían, o mejor, me creían "loca".


A todo esto, brotada. Literalmente. Un zarpullido feroz. Eso no es sueño, eso es actualidad.



En fin.

Voy a empezar natación.

viernes, 19 de septiembre de 2008

La venganza será terrible

A usted: señora que escupió sus quejidos a lo largo de toooodo el trayecto subterráneo de la linea A justo, justo en mi oreja cuando el vagón estaba repleto, abusando de mi imposibilidad motriz. A ustéd: que repetía "qué desastre", "qué trenes de mierda" y no paraba de hacer chasquidos con su boca "tchss", "pssch" "mpch", multiplicando mi mal humor tan impunemente. A usted: que no me escuchó cuando le pedí que por favor dejara de echarme tanta malavibra en la cara, a mí, que ya estaba llorando debajo de unos anteojos de sol. Si, sí, a usted, le digo: que me la imaginé saliendo despedida por la ventana del vagón y llegar hasta el andén después de una gran patada que muuuy fuerte le dí. Que fue fantasía pero que quiero que sepa: que su caída fue muy ridícula y me hizo reir silenciosa pero profundamente durante muchos, muchos minutos.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Monday bloody monday

Finalmente, logramos despejar la mesa ratona -el baúl- de pilas de papeles acumulados; y el perchero de la entrada, antes repleto de bolsas y carteras mías de todos los tamaños, abrigos que no uso pero ocupan mucho lugar, e incluso cajas de minicomponentes llenas de telgopor, tiene ahora sorprendentemente algunos huecos (algunos significa bocha). Aire hicimos. Los libros que antes ocupaban un sólo estante ahora se expandieron a dos, libres los libros. El cuadro de Kramer cuelga sobre la pared y la lámina de Miró sobre el descanso de la escalera, con marco roto todavía, que todo no se puede. Los cds están apilados por categorías: piratas y originales. El cable de Fibertel viaja desde afuera pegadito al zócalo y llega a la computadora enrollado de tal modo que ni Astor ni Mondiola puedan ganarnos. Ordenéeeeeeeee miii placaaaaaaaaard. El aceite tiene un tamaño que sí entra en el estante. La comida de los gatos es enorme pero encajó perfectamente debajo de la bacha de la cocina. Tiramos las bolsas de basura. Cambiamos las bombitas quemadas. Limpié los baños con lavandina y puse el detalle de la vela aromática. Hicimos fatay. Hicimos asado. Hicimos pizza. Él hizo todo, en realidad. Hasta cumplió años. Vimos la pistola desnuda. Viajamos en lancha a una isla. Nos recostamos en alfombra de pasto. Tomamos cerveza. Tomamos cocacola. Dormimos en un tren. Sacamos fotos digitales. Reimos, reimos.



Y al fin, lo inevitable.

Al mundo color de rosa

lo prefiero verde.

jueves, 11 de septiembre de 2008

NO HAY CRITERIO

No, señor, no vio el cartel?

..

Claro, pero hace raaato ya que no tengo, no.

..

Y, a ver, puebe en el blog de acá a la vuelta, quizás...

..

Naa! pero por favor! Un placer.
Ta luego...

..

I want to believe

Somewhere over the rainbow
Way up high
There's a land that I heard of once in a lullaby

Somewhere over the rainbow
Skies are blue
And the dreams that you dare to dream really do come true

Someday I'll wish upon a star
And wake up where the clouds are far behind me
Where troubles melt like lemon drops
A way above the chimney tops
That's where you'll find me

Somewhere over the rainbow
Blue birds fly
Birds fly over the rainbow
Why then oh why can't I?

If happy little blue birds fly beyond the rainbow
Why oh why can't I?

lunes, 8 de septiembre de 2008

Que alguien abra un cursito

y explique al mundo Cómo desatar nudos de garganta

sábado, 6 de septiembre de 2008

Ojo con lo que pedís

Porque ponele: pedís un aumento, y te lo dan.

La practicábamos para el Show del Clio

Papá: cuando
Palo: (cuando)
Papá: nos pasa que al recordar
Palo: (nos pasa que al recordar)
Male: nacen los pensamientos

Todos: Y se hace sentir, lo que llevamos dentro!

Papá: sentiiiir
Palo: amaaaar
Male: viviiiir

Male: sólo aprendamos a dar

Todos: una dulzura especiaaal

martes, 2 de septiembre de 2008

A falta de Puan

Quería contar que hoy terminé el ya famoso Taller de prensa y fui la alumna que hizo la mejor gacetilla.

La mejor escrita, no?

Que fui la mejor, digamos.

Y eso que los cuatro aparatos iniciales al final ya éramos ocho.



Bueno, sólo eso.


lunes, 1 de septiembre de 2008

La rubia tarada

Igual, ahora ya no soy Taaaan Rubia.
 
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