Una vez te despertaste con el tiempo justo. Llovía. O lloviznaba. Pero se veía que hacía frío. ¿Viste cuando al frío lo ves? Y no da esperar el ciento ochenta. No da ni a patadas. Después tenés esas cinco cuadras desde la parada. No. Para eso camino. Qué hambre, pará de mentir: no hay nadie escuchando. Salís a la esquina y decididís levantar la mano hacia el bajo aire a las nueve menos cinco. Es que sí, loco, me lo merezco, te decís. ¿O para qué trabajo, si no? ¿Qué soy, eh?, ¿qué?, ¿cómo es? ¿Hay que sufrir tanto? ¿Qué necesidad? No, che. ¡NO! La vida... la vida es otra cosa. Y sí, te tomás un mañanero.
Perdiste, y lo sabés. Sabés que tomarse un taxi hacia un lugar al que siempre fuiste en bondi inaugura una posibilidad. Y contra la posibilidad de un taxi no hay medio público que compita. Aunque la noche anterior te digas que no, que mañana prometés usar las monedas que venís juntando para algo tan digno como una máquina expendedora de boletos, a la hora de elegir entre apurarte y secarte el flequillo con tranquilidad, te decidís por lo segundo. Porque, claro, llegar tarde para vos no es una opción potable, pero hacerte la rica parece que sí, que te sienta bien. ¿WHAT? Te sabés pobre. Te sabés desubicada, pero no hay caso. Inevitablemente, ya sin cumulus nimbus que te sirvan de argumento, así de indefensa bajo el cielo diáfano, intentás ubicar esa lucecita que diga Libre. LIBRE, pensás, cuánta fuerza: con sol de frente brilla menos, sí, pero brilla al fin.
Perdiste, y lo sabés. Sabés que tomarse un taxi hacia un lugar al que siempre fuiste en bondi inaugura una posibilidad. Y contra la posibilidad de un taxi no hay medio público que compita. Aunque la noche anterior te digas que no, que mañana prometés usar las monedas que venís juntando para algo tan digno como una máquina expendedora de boletos, a la hora de elegir entre apurarte y secarte el flequillo con tranquilidad, te decidís por lo segundo. Porque, claro, llegar tarde para vos no es una opción potable, pero hacerte la rica parece que sí, que te sienta bien. ¿WHAT? Te sabés pobre. Te sabés desubicada, pero no hay caso. Inevitablemente, ya sin cumulus nimbus que te sirvan de argumento, así de indefensa bajo el cielo diáfano, intentás ubicar esa lucecita que diga Libre. LIBRE, pensás, cuánta fuerza: con sol de frente brilla menos, sí, pero brilla al fin.
Chiquita!!!!!!!
ResponderBorrarNo te voy a mentir que cuando lei el titulo El mañanero a mi cabeza acudieron otras imagenes....
ResponderBorrarAmiga toma todos los taxis que creas necesarios...y si son muchos deberas tomar algunos menos...
Pero cuando los tomes disfrutalos y senti esa maravillosa sensacion que uno siente cuando decide subirse al taxi....en esos dias donde el frio se ve.
Cediste ante la tentación del viaje comodo en vez del barato, jajajaja. Bueno, no le hace mal a nadie, sobre todo si el frio está presente. Saludos!
ResponderBorrarun camino de ida
ResponderBorrarcomo cuando faltas al gimnasio o a la clase de pilates y te das cuenta que nada es lo que creias y que esas actividades son absolutamente prescindibles
También se podría titular "El presentismo" (y la posible reducción del salario)
ResponderBorrarPd: Con este título sería un artículo de terror.
Saludos
en tu caso, sería un camino de ida y de vuelta en taxi ;)
ResponderBorrarmalee
ResponderBorrarvine a confesarte tímidamente que esta mañana hice exactamente lo que hiciste vos esa mañana cuando llovía solo que hoy no llovía sino que encima de despertarme a la hora en que debía estar saliendo de casa, me bañe y tuve también el tupé de secarme el flequillo un poco. lo de ir en taxi a trabajar es algo demasiado raro pero a veces pasa. y si pasa pasaaa
besos y saludos a tu flequiii
coco
martín: cucurrucu!
ResponderBorrarMari: sos una malpensada, vos.
Sí, voy a ir regulando el nivel de mañanero en sangre.Mientras tanto, el paréntesis de las que van a trabajar en taxi. Es una clase tan clara como la de las que se maquillan en los subtes.
nana: claro. yo me doy cuenta too much rápido igual. Mis clases de pilates duraron sólo un día.
staff de blablabla:
Presentismo o presentimiento (de que nunca me darán un premio por llegar temprano). Los mañaneros también puede ser terroríficos. A veces tocan mucha bocina, viste.
myv: mas no de IVA y vuelta. si les pedís ticket te ponen cara de bragueta. Tudu beimm tudu legaauu!
coco: adelante! El pensamiento es: igual me tenía que bañar, al menos no llego TAN tarde. Aun más: ya estoy llegando moooy tarde pero igual voy en taxi, si me tomara el colectivo llegaría todavía media hora después...ergo, tengo media hora más para mirar el weather channel, esparcir con prolijidad la crema para peinar mis seudo rizos, cambiarle las piedritas a los gatos, elegir qué prendedor combina mejor con el azul de mis ojos, y así.
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja
ResponderBorraramigaaaaaa
como no me contaste que las clases de pilates duraron solo un diaaaa!!!
escribi sobre eso
me muero de risa real
Ojo, hay un antes y un después del día que decís "ma' sí, me tomo un taxi" para ir al laburo...
ResponderBorrarHay gente que ha dejado de fumar para bancarse el nuevo vicio.
No es fácil ser mujer
ResponderBorrarTengo que confesar que mi capocha disparó para el mismo lado que la de Mari. Tengo la idea fija, ok, pero no estoy sola al menos.
ResponderBorrarYo tuve que hacer rehabilitación de taxis. Probás y no parás, cuando no los podés pagar empezás a robar y mentirle a tus amigos y familia, te bajás en la esquina para que no vean en qué viniste, te da culpa, vergüenza, y para que la gente no vea tu cara de adicta empezás a no moverte en otro medio de transporte que ese.
Es un infierno, Male.
nana: jajaá! no te conté? sí. duró un sólo día. O sea. Duro dos: el día en que fui + el día siguiente que no me tocaba. Al tercero ya como que no dio.
ResponderBorrarmariano. Che, pero el taxi es mucho mejor que el cigarrillo si lo pensás. A mi me gusta combinar los dos, igual. Esos taxis que te dejan fumar :)
Luisa: en Chile conocen a Nacha Guevara?
Lucila. Pero contame, contame. Cómo hiciste para volver?! CÓMO?!
es un viaje de ida; lo digo yo, que hace un mes UN MES que vengo a la redacción en taxi. ¿qué soy, marcelita tinayre?
ResponderBorrar