"La avenida estaba vacía. Es un decir, no estaba vacía. Pero aunque ella y el mundo intentaran imprimirle un poco de gracia -ella caminando rápido; el mundo programando capítulos repetidos de los Simpson-, no había caso, los domingos siempre llevaban ese gusto a negocio cerrado en el aire. "
domingo, 21 de junio de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
mmmhhh... quiero mas!
ResponderBorrar:)
ResponderBorrarLoca, obvio, me gusta lo del negocio, más más más. Sos de las personas que vienen con un kilo de helado y convidan media cucharita!
ResponderBorraray, cómo se nota que nunca viniste a comer a casa, martín.
ResponderBorrarEsto fue casi como hacer el test de Cooper. Me re costaba el test de Cooper, me acuerdo.