viernes, 26 de febrero de 2010

Moralismo al palo

El otro día, después de tener que relatarle en resumidas cuentas mis andanzas mexicanas, confirmé la teoría de que Julio, mi vecino, fue milico en sus tiempos mozos.   Es cierto que a lo largo de estos años de convivencia, ya nos había dado una y otra y otra y miles de razones para pensar que  detrás de ese halo de nobleza gauchezca existía un facho importante. Las últimas fueron: la nota manuscrita, también sobre papel cuadriculado y con el sellito del consorcio, que alertaba sobre la "pronta llegada de la INVASIÓN DE CUCARACHAS DEL VECINARIO" (sic),  y que me perdí de fotografiar -una pena-; y el cartelito (lo enmarcaron porque va a estar para siempre, parece) que descansa sobre la reja nueva y pide encarecidamente que los vecinos velemos por la SEGURIDAD DEL EDIFICIO. Aun así, me pareció jevi que el man efectivamente hubiera pertenecido al ejército. Miedo.

Y más miedo otra, sutil, pero contundente, porque quizás todo lo explique: hoy, mirando el resumen de mis expensas, me detuve un touch en la lista de titulares y por primera vez miré su apellido:

"MORALES"
Julio Morales se llama el muy hijo de puta.
Como muy obvio, ¿no?

En fin, creo que para el caso le quedaría tantísimo mejor Julio Alpedo, por ejemplo. No sé. Podemos hacer una lista de sugeridos y, si me animo, hasta la pincho en la cartelera del hall.

3 comentarios:

  1. Me cae tan mal tu vecino..no me gusta ...tendria que existir una manera de no hablarle mas a la gente que sea politicamente correcta...Un modo tipo hoy no...no hablamos solo de doy la plata y no me hablas...

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  2. Bel: i know.


    mari.
    acabo de implementar depósito bancario! no es genial? es GE NIAL.
    Igual se las arreglan para hablarme pero al menos no voy a tener que entrar nunca más a ese depto del terror.

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